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Llega la hora de planear las próximas vacaciones, y mientras cada uno propone sus fechas, un pensamiento no para de rondarte la mente: “¿Y si este año no nos fuéramos juntos?”

Un dilema peliagudo

Pareja sí, pareja no, un dilema peliagudo | © iStock

“Estar en una relación no significa que tú y tu compañero/a hayáis, de alguna manera, fundido vuestros cuerpos en uno solo y no podáis hacer nada que no implique directamente a la otra persona. Más bien todo lo contrario: ¡no hay nada más atractivo que alguien que no tiene miedo de seguir su pasión!” Quien así habla es Marta, la bloguera viajera tras A Girl Who Travels, una férrea defensora de eso de tomarse vacaciones por separado. 

“Debes encontrar una pareja que o bien comparte o al menos respeta tu pasión por viajar (o por cualquier cosa, llegados al caso) y es lo suficientemente madura como para entender que, para que una relación florezca, tienes que darle a la otra persona espacio suficiente para hacer sus cosas de vez en cuando”, explica. Asimismo, añade las ventajas más poderosas que tiene, a su juicio, el volar a la otra punta del mundo sin tu media naranja:

Viajar solo para, por ejemplo, unirse a un retiro espiritual

Viajar solo para, por ejemplo, unirse a un retiro espiritual | © D. R. 

 …O quizá es la otra persona la que se lo está planteando. A lo mejor prefiere viajar con sus amigos, con su familia, o incluso solo. ¿Las razones? Que nadie se lleve las manos a la cabeza: no tienen por qué ser sospechosas. Pueden ir desde compartir gustos (quizá quieras ir a un festival que os encanta a ti y a tus amigas) hasta pasar un tiempo a solas, o quizá ir a una ciudad que a ti nunca te ha interesado realmente.

“Estar en una relación no significa que tú y tu compañero/a hayáis, de alguna manera, fundido vuestros cuerpos en uno solo y no podáis hacer nada que no implique directamente a la otra persona. Más bien todo lo contrario: ¡no hay nada más atractivo que alguien que no tiene miedo de seguir su pasión!” Quien así habla es Marta, la bloguera viajera tras A Girl Who Travels, una férrea defensora de eso de tomarse vacaciones por separado. 

“Debes encontrar una pareja que o bien comparte o al menos respeta tu pasión por viajar (o por cualquier cosa, llegados al caso) y es lo suficientemente madura como para entender que, para que una relación florezca, tienes que darle a la otra persona espacio suficiente para hacer sus cosas de vez en cuando”, explica. Asimismo, añade las ventajas más poderosas que tiene, a su juicio, el volar a la otra punta del mundo sin tu media naranja:

1. Te enseña que tu felicidad es responsabilidad tuya y de nadie más: “Me llevó mucho tiempo darme cuenta de que la verdadera felicidad sólo puede venir de dentro, y que esperar que otros te la proporcionen no sólo no te va a hacer más feliz, sino que puede poner tu relación en peligro“.

2. Te ayuda a desarrollarte: “Viajar solo/a te da las mejores lecciones de crecimiento personal. Desde volverte más abierto de mente, paciente y amable hasta aprender cómo ser más independiente, cada viaje en solitario es un paso hacia convertirte en una mejor versión de ti mismo. Esto también significa que cada aventura te ofrece la posibilidad de llevar algo nuevo a tu relación“.

3. Te muestra que no necesitas estar en una relación para estar completo/a:“Hay una gran diferencia entre querer y necesitar a alguien. Todas esas cosas que crees que necesitas de tu pareja, como aceptación, amor o seguridad nunca serán realmente tuyas hasta que aprendas a proporcionártelas a ti mismo/a”.

4. Te hace reconectar contigo mismo/a: “¿Cuántas veces tienes la oportunidad de concentrarte sólo en ti y hacer exactamente lo que quieres, cuando quieres? (…) Básicamente, viajar solo lleva tu “tiempo para ti” a otro nivel”.

5. La ausencia aviva el querer: “Según el Journal of Sex and Marital Therapy, cuanto más tiempo se pase separados, más intimidad, comunicación y satisfacción se predice en la relación”.

La experta en relaciones April Masini está de acuerdo con Marta, y explica: “Una semana separados no va a arruinar tu relación, sino que, si es sana, la hará más fuerte. Además, estarás estableciendo un buen ejemplo para tus hijos, pues puedes tener una relación romántica con independencia incorporada”.

Asimismo, Masini considera que este tiempo separados puede verse incluso como una muestra de apoyo del uno al otro: “Si uno de los dos acaba de ganar un juicio, por ejemplo, necesita una semana para dormir y leer novelas de espías, y tú estás a tope de trabajo, mándalo o mándala de vacaciones con una foto tuya para que ponga al lado de la cama mientras tú te ocupas de todo en casa”, sugiere.

Viajar por tu cuenta te hará aprender muchísimo

Viajar por tu cuenta te hará aprender muchísimo© D. R.

 

VIAJAR POR SEPARADO NO SIEMPRE ES BUENA IDEA

No obstante, no todo el mundo opina que viajar solo mientras se está en pareja haya de ser la norma. Así, José Antonio García Higuera, Doctor en Psicología, considera que hay pocas ocasiones en las que una salida a solas esté justificada: “Vivimos en una sociedad en la que es difícil compaginar la vida privada con el trabajo, que cada vez es más exigente. En este contexto, las vacaciones son una ocasión ideal para compartir el día entero y profundizar la relación de la pareja. Solamente, si hay algún problema o tienen una relación muy intensa, por ejemplo, trabajando juntos, puede aportar algo a la relación que se hagan las vacaciones por separado”, nos explica.

Y continúa: “No estoy hablando de las múltiples ocasiones en las que las vacaciones de las parejas no coinciden en el tiempo por motivos de trabajo o por cualquier otro. Entonces, tomarse vacaciones cuando cada uno pueda, es decir, por separado, es una forma de transmitir al otro que le importa su bienestar, frente a las ventajas de contar con su presencia en todo momento”, argumenta el especialista.

Sin embargo, en líneas generales, el profesional considera que “para la inmensa mayoría de las parejas”, tomarse vacaciones separados no tiene ningún beneficio, dejando una ventana para estudiar casos particulares en los que sí podría ser interesante: “Por ejemplo, la ventaja puede estar en hacer algo que al otro u otra no le guste, que sea importante para quien quiere tomarlas por separado, y que la ocasión sea única para hacerlo”, detalla.

En lo que sí parecen coincidir los expertos es en que alejarse del otro cuando las cosas no van bien no es buena idea. Aprim Masini explica: “Si te vas de vacaciones solo/a porque necesitas un tiempo alejado de tu compañero/a, entonces tienes problemas mayores que necesitas atender.En ese caso, el viaje no resultará en una relación rejuvenecida. “Tomarse un descanso” en una relación problemática no funciona; en ese caso, puedes esperar que ambos os comportéis como si estuviérais solteros“.

En algunos casos, mejor no separarse durante las vacaciones

En algunos casos, mejor no separarse durante las vacaciones© D. R.

 

¿CÓMO LE DIGO QUE QUIERO VIAJAR SIN ÉL O ELLA?

Marta, de A Girl Who Travels, comparte esta idea: “Al final, incluso cuando viajes solo/a, los problemas seguirán ahí cuando vuelvas, así que sería mejor intentar arreglarlos desde el principio”, aconseja. También García Higuera es de esa opinón: “Hay que tener en cuenta que, si los motivos para irse de vacaciones en solitario están relacionados con querer tomar distancia de la pareja, es difícil que el otro no se enfade -a no ser que están cansados de tanto estar juntos y les venga bien distanciarse-“, nos comenta. Pese a todo, incluso si estáis viviendo este último caso -o quizá precisamente por ello-, contarle a nuestro compañero/a que queremos viajar sin él puede ser muy complicado.

Lo mejor, según el experto, es exponer nuestros motivos de la forma más clara posible. La bloguera, por su parte, sugiere hacerlo a través de una charla “calma, honesta y llena de amor”: “Yo explicaría el hecho de que viajar solo/a no es un reflejo de cómo me siento con respecto a mi compañero/a,sino de lo mucho que quiero perseguir mi pasión. Que quiero experimentar cómo se está viajando solo/a, que es simplemente algo que quiero hacer”, comenta.

Pero ¿qué pasa si ni siquiera las palabras más cuidadosamente elegidasevitan que la otra persona se enfade? “Depende del grado del enfado y de lo importante que sea tomarse las vacaciones sin nuestra pareja”, explica García Hiiguera. “Si va a poner en riesgo la relación, hay que replantearse la decisión de hacerlo”, considera el psicólogo.

Quizá tienes la oportunidad de viajar a Italia y sólo puede ser con tus amigos

Quizá tienes la oportunidad de viajar a Italia y sólo puede ser con tus amigos | © D. R.

 

PERO ¿Y UNA VEZ QUE NOS HEMOS IDO?

No obstante, antes de embarcarse en una discusión de este tipo, habría que tener en cuenta cuáles serán nuestros sentimientos una vez que estemos a muchos kilómetros de la persona amada. Para la viajera Madeleine Somerville, el mero hecho de embarcarse ya es poner a prueba la relación.“Para empezar, te rompe el corazón dejar a alguien. Los adioses en el aeropuerto con el corazón encogido, los abrazos y los besos, que serán los últimos en mucho tiempo -y las lágrimas porque lo sabéis-. Este tipo de ausencia elegida te deja vacío/a“, recuerda.

Mantenerse en contacto no es lo más difícil“, explica, aludiendo a la tecnología. “Tampoco tiene nada que ver con mantenerse fiel“, considera. “Significará mucho decir no, y eso tiene el potencial de causar situaciones extrañas, pues implicará escuchar a otro acento intentando convencerte de que ser fiel es perderse la verdadera experiencia del viaje. Significará ser predecible en lugar de dramático/a, pero si quieres hacerlo, lo harás“, resume.

El verdadero problema para ella es, precisamente, hacerle un hueco al otro durante el viaje. “Siempre tendrás la irritante sensación de que, ya que estás viajando, deberías estar haciéndolo y no colgada a un teléfono sudoroso pegado a tu oreja, o escribiendo un email que suene exactamente con la mezcla adecuada de que te lo estás pasando bien y, a la vez, lo echas de menos terriblemente”, expone.

“Sin embargo, no puedes pasarte todo el viaje llorando sobre la mugrienta almohada del hostel o pegada al teléfono. Tienes que encontrar el equilibrio entre la pérdida y la emoción. Y esa, amigos, es la parte difícil: pasártelo genial sola mientras te las arreglas para mantener vivo el fuego del hogar“, opina Somerville.

Pese a todo, la escritora es una ferviente defensora de viajar por separado, y considera que merece la pena a pesar de los pequeños sacrificios que hay que hacer para que funcione para los dos (como adecuarse a los horarios de llamadas de los dos países, a pesar de que te partan una excursión en dos, o “asegurarse de que el flirteo no va más allá del flirteo”). “Es la misma mezcla de compromiso y compasión que hace una relación funcionar cuando estáis juntos“, zanja.

Cambiar a tu pareja por tu familia de vez en cuando puede ser genial

Cambiar a tu pareja por tu familia de vez en cuando puede ser genial | © D. R.

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